Posta. Varios estudios muestran que el sonido del mar nos calma y que el contacto con la arena también 😯
Según el profesor de la Universidad de Pensilvania, Orfeu Buxton, el sonido del mar ayuda a tener un estado meditativo y a fortalecer el cerebro.
También, según INC, parece ser que al caminar en patas nos conectamos con una carga negativa que nos da una sensación de placer.